Maras y Moray son dos de los destinos más fascinantes del Valle Sagrado de los Incas, combinando paisajes impresionantes con el ingenio agrícola y cultural de los incas. Ambos lugares ofrecen una experiencia única para los viajeros que desean explorar más allá de los sitios más populares de Cusco, con vistas panorámicas y una rica historia. A continuación, te brindamos una guía completa sobre qué ver y hacer en estos destinos.
Moray es un sitio arqueológico sorprendente, conocido por sus terrazas circulares concéntricas. Este complejo fue utilizado por los incas como un laboratorio agrícola donde experimentaron con diversos microclimas para optimizar sus cultivos. Las terrazas, que descienden en forma de círculos, crean distintas temperaturas en cada nivel, lo que permitía probar el rendimiento de diferentes plantas. El diseño innovador de Moray muestra el avanzado conocimiento de los incas en agricultura y climatología.
Las Salineras de Maras, ubicadas cerca de Moray, son una serie de más de 3,000 pozas de sal que datan de tiempos preincaicos. Este sitio sigue en funcionamiento hasta el día de hoy, utilizando un método tradicional de extracción de sal. El agua rica en minerales brota de un manantial subterráneo, llenando las pozas. Luego, el agua se evapora lentamente, dejando la sal lista para su recolección. Las Salineras de Maras crean un paisaje impresionante con sus piscinas blancas brillando bajo el sol, lo que contrasta con el verde del valle circundante.
Maras y Moray se encuentran en el corazón del Valle Sagrado, aproximadamente a 40 kilómetros de la ciudad de Cusco. Se puede llegar a ambos sitios mediante tours organizados o en transporte privado. Las rutas suelen incluir paradas en ambos lugares, ya que están ubicados relativamente cerca el uno del otro. La visita puede realizarse en medio día, aunque algunos viajeros prefieren combinarla con otras atracciones del Valle Sagrado.
La mejor época para visitar Maras y Moray es durante la temporada seca, de abril a octubre. Durante este período, el clima es más estable, con días soleados ideales para explorar al aire libre y disfrutar de las impresionantes vistas que ofrecen estos sitios. La temporada de lluvias, de noviembre a marzo, también es una opción, aunque algunas rutas pueden volverse más difíciles de transitar.
Además de explorar las terrazas circulares de Moray y las Salineras de Maras, los visitantes pueden disfrutar de caminatas por el hermoso paisaje del Valle Sagrado. También es posible participar en actividades culturales, como aprender sobre la producción de sal o visitar comunidades locales donde se practican técnicas agrícolas tradicionales. Estas experiencias permiten una inmersión en la vida rural andina y ofrecen una perspectiva más profunda del legado inca.